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ENSAYO Y 

ERROR...

LOS LÍMITES DE LA CONCIENCIA

La libertad es un "hecho, y entre los hechos que observamos, no hay ninguno que sea más claro".

 

En la conciencia hallamos tan sólo duración pura, fluir de cualidades que se compenetran íntimamente. Debe tenerse en cuenta que el tiempo ha dejado, a nuestro ver, de ser así una determinación propia, independiente, de la vida mental y se ha fundido con la cualidad (lo que un análisis más exacto no admitiría). Para entender mejor lo que es, según Bergson, laduración pura, conviene poner este concepto en relación con el de la corriente de la conciencia de W. James, concepto al que en el fondo equivale. Esta corriente de la conciencia es el hecho, de la conciencia misma, en donde múltiples cualidades se funden en unidad, en donde el pasado se compenetra con el presente y éste con el futuro. Es indudable que aquí hay multiplicidad, pero no una multiplicidad de partes-elementos, sinomultiplicidad cualitativa. Para Bergson, esta multiplicidad no puede traducirse en un número.

Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es.

Cristián Warnken Lihn (Santiago, 1961) es un profesor de literatura, comunicador, entrevistador, conductor de televisión y poeta chileno.
 

En televisión es conocido por haber sido por más de diez años el conductor del programa La belleza de pensar, del que fue el creador, transformado más tarde en Una belleza nueva. Además es el creador y conductor de diversos programas radiales, fue editor y director de algunos periódicos de índole cultural, y es también columnista del diarioEl Mercurio.

Sigmund Freud ( 1856- 1939) fue un médico neurólogo austriaco de origen judío, padre del psicoanálisis y una de las mayores figuras intelectuales del siglo XX.

Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla

Jean-Jacques Rousseau (1712- Francia,  1778), fue.un polímata: escritor, filósofo, músico, botánico y naturalista franco-helvético definido como un ilustrado; a pesar de las profundas contradicciones que lo separaron de los principales representantes de la Ilustración.

LA IGUALDAD DE RIQUEZAS DEBE CONSISTIREN QUE NINGÚN CIUDADANO SEA TAN OPULENTO QUE PUEDA COMPRAR AL OTRO Y NINGUNO TAN POBRE QUE VEA LA NECESIDAD DE VENDERSE. 

NEUROCIENCIA
HENRI BERGSON
Henri Bergson
Henri Bergson:

 

 (París, 18 de octubre de 1859 – Auteuil, 4 de enero de 1941) fue unfilósofo francés, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1927.

Jean-Paul  Sartre (París, 1905 – ibíd., 1980), fue un  filósofo,  escritor, novelista, dramaturgo, activista político, biógrafo y crítico literario francés, exponente del  existencialismo y del marxismo humanista.

El existencialismo considera que la existencia precede a la esencia o, si ustedes prefieren, que hay que partir de la subjetividad.

¿Qué debemos entender exactamente por esto? Cuando se considera un objeto fabricado, como por ejemplo un libro o un abrecartas, tal objeto ha sido fabricado por un artesano que se ha inspirado en un concepto; se ha referido al concepto de abrecartas e igualmente a una técnica de producción previa que forma parte del concepto y que en el fondo es una receta. Así, el abrecartas es a la vez un objeto que se produce de una cierta manera y que, por otra parte, tiene una utilidad definida, y no se puede suponer un hombre que produjera un abrecartas sin saber para qué va a servir ese objeto. Diremos pues que, para el abrecartas, la esencia -es decir el conjunto de recetas y de cualidades que permiten producirlo y definirlo- precede a la existencia; y así, la presencia, frente a mí, de semejante abrecartas o de semejante libro está determinada.

La sociedad del cansancio

Cristián Warnken Lihn

 

"El hombre se ha convertido en el explotador de sí mismo por un propio afán desmesurado de competencia, de éxito, vivido como 'realización personal'..."
Acumulamos información como nunca antes en la historia, pero la simple acumulación de información no es capaz de generar verdad. Para eso se necesita un saber hondo, reflexivo, que solo se cultiva en diálogo, en la philia , la amistad a que tanta importancia atribuyó Aristóteles en relación con la construcción de la ciudad y la filosofía, y con razón. Las últimas palabras atribuidas al filósofo griego antes de morir ("¡Amigos, ya no hay amigos!") podrían ser el grito de nuestro tiempo. Y de esa angustia, de la que el filósofo coreano-alemán se hace eco, podría atisbarse un despertar. ¿Pero quién quiere despertar, pensar, sentir a los otros, nuestros prójimos convertidos en competidores o sombras en nuestras pantallas autistas?.

 

Se agradece cuando los filósofos bajan de su Olimpo para pensar el mundo. La filosofía no nació para ser un ejercicio académico ni para que sus cultivadores se miraran el ombligo encerrados en sus escritorios o facultades universitarias. Cada cierto tiempo, un heredero de la noble tradición de Heráclito o Platón se da un paseo por nuestras calles, se detiene a observar el devenir de los hombres en su tiempo, a iluminar nuestra cotidianidad fragmentada y muchas veces carente de sentido si alguien no la piensa.
 

Byung Chul-han es un filósofo de origen coreano, pero escribe y piensa en alemán. Antes de estudiar filosofía fue obrero metalúrgico, un inmigrante más en la masa anónima de los trabajadores que luchan por sobrevivir día a día en la cansada Europa. Un día dejó la fábrica y comenzó a estudiar filosofía. Esas decisiones nos parecen extravagantes en estas latitudes, donde las humanidades son un lujo asiático. De hecho, la filosofía está en retirada de los colegios y las universidades. Dicen que porque es inútil; yo creo que porque es peligrosa. Nadie quiere pensar nada hoy en día, lanzados como estamos en la carrera de un exitismo desenfrenado que no deja espacio para ninguna duda o cuestionamiento de fondo. Ese es el tema de Byung Chul-han: la nueva alienación. El hombre se ha convertido en el explotador de sí mismo por un propio afán desmesurado de competencia, de éxito, vivido como "realización personal". Uno se explota a sí mismo hasta el colapso. El sistema neoliberal ha sido internalizado hasta el punto de que ya no necesita coerción externa para existir. Y, por eso, el síntoma de nuestra época es el cansancio. "La sociedad del cansancio", ese es el título de uno de sus libros. Cansancio y también narcisismo. Porque nuestra relación con los otros es vista solo como competencia. Y la depresión -una epidemia hoy- es la otra cara del narcisismo. El mundo virtual, además, es un camino a la depresión, porque en el mundo virtual el otro no existe.

Ahí está el mayor de los peligros. Con el narcisismo exacerbado comienza la agonía del "eros". Y sin eros, no hay pensar. El pensamiento nace del cultivo de la amistad, del diálogo socrático, de las conversaciones infinitas de Montaigne con Étienne de la Boétie, o de Jesús o Buda con sus discípulos.
 

Exitismo patológico, narcisismo desenfrenado, depresión y también cáncer -según Byung-, otro síntoma de nuestra época: un cóctel fatal descrito por un obrero metalúrgico salvado de la alienación por la filosofía.
 

¿Y qué hacer? Salir a la calle a protestar contra el sistema no basta, puesto que nosotros mismos internalizamos la violencia del sistema. Tal vez el gran gesto de rebeldía sea hoy ir en busca del otro, salir de nuestras covachas y cavernas.
 

Byung Chul-han, además, alerta sobre un mundo donde lo que vale no es el ser, sino el aparecer, donde lo invisible y el secreto han desaparecido. Y el placer exige cierto ocultamiento, lo contrario de esta desnudez y transparencia pornográficas, cuyo ejemplo más evidente sería Facebook. Del capitalismo, donde lo esencial era el tener, pasamos a una sociedad neoliberal exhibicionista, donde lo fundamental es "aparecer".

Acumulamos información como nunca antes en la historia, pero la simple acumulación de información no es capaz de generar verdad. Para eso se necesita un saber hondo, reflexivo, que solo se cultiva en diálogo, en la philia , la amistad a que tanta importancia atribuyó Aristóteles en relación con la construcción de la ciudad y la filosofía, y con razón. Las últimas palabras atribuidas al filósofo griego antes de morir ("¡Amigos, ya no hay amigos!") podrían ser el grito de nuestro tiempo. Y de esa angustia, de la que el filósofo coreano-alemán se hace eco, podría atisbarse un despertar. ¿Pero quién quiere despertar, pensar, sentir a los otros, nuestros prójimos convertidos en competidores o sombras en nuestras pantallas autistas? 

Thomas Hobbes ( 1588 - 1679) fue un filósofo inglés cuya obra Leviatán (1651) influyó de manera importante en el desarrollo de la filosofía política occidental. Es el teórico por excelencia del absolutismopolítico.

 

 

Una Democracia no es en realidad más que una aristocracia de oradores, interrumpida a veces por la monarquía temporal de un orador.    

 

LA NATURALEZA (el arte con que Dios ha hecho y gobierna el mundo) está imitada de tal modo, como en otras muchas cosas, por el arte del hombre, que éste puede crear un animal artificial. Y siendo la vida un movimiento de miembros cuya iniciación se halla en alguna parte principal de los mismos ¿por qué no podríamos decir que todos los autómatas (artefactos que se mueven a sí mismos por medio de resortes y ruedas como lo hace un reloj) tienen una vida artificial? ¿Qué es en realidad el corazón sino un resorte; y los nervios qué son, sino diversas fibras; y las articulaciones sino varias ruedas que dan movimiento al cuerpo entero tal como el Artífice se lo propuso? El arte va aún más lejos, imitando esta obra racional, que es la más excelsa de la Naturaleza: el hombre. En efecto: gracias al arte se crea ese gran Leviatán que llamamos república o Estado (en latín civitas) que no es sino un hombre artificial, aunque de mayor estatura y robustez que el natural para cuya protección y defensa fue instituido; y en el cual la soberanía es un alma artificial que da vida y movimiento al cuerpo entero; los magistrados y otros funcionarios de la judicatura y ejecución, nexos artificiales; la recompensa y el castigo (mediante los cuales cada nexo y cada miembro vinculado a la sede de la soberanía es inducido a ejecutar su deber) son los nervios que hacen lo mismo en el cuerpo natural; la riqueza y la abundancia de todos los miembros particulares constituyen su potencia; la salus populi (la salvación del pueblo) son sus negocios; los consejeros, que informan sobre cuantas cosas precisa conocer, son la memoria; la equidad y las leyes, una razón y una voluntad artificiales; la concordia, es la salud; la sedición, la enfermedad; la guerra civil, la muerte. Por último, los convenios mediante los cuales las partes de este cuerpo político se crean, combinan y unen entre sí, aseméjanse a aquel fíat, o hagamos al hombre, pronunciado por Dios en la Creación.

Al describir la naturaleza de este hombre artificial me propongo considerar: 1°La materia de que consta y el artífice, ambas cosas son el hombre.

2° Cómo y por qué pactos, se instituye, cuáles son las derechos y el poder justo o la autoridad justa de un soberano; y qué es lo que lo mantiene o lo aniquila.

3°Qué es un gobierno cristiano.

Por último qué es el reino de las tinieblas.

Por lo que respecta al primero existe un hecho acreditado según el cual la sabiduría se adquiere no ya leyendo en los libros sino en los hombres. Como consecuencia aquellas personas que por lo común no pueden dar otra prueba de ser sabios, se complacen mucho en mostrar lo que piensan que han leído en los hombres, mediante despiadadas censuras hechas de los demás a espaldas suyas. Pero existe otro dicho más antiguo, en virtud del cual los hombres pueden aprender a leerse fielmente el uno al otro si se toman la pena de hacerlo: es el nosce te ivsurn, léete a ti mismo: lo cual no se entendía antes en el sentido, ahora usual, de poner coto a la bárbara conducta que los titulares del poder observan con respecto a sus inferiores: o de inducir hombres de baja estofa a una conducta insolente hacia quienes son mejores que ellos. Antes bien, nos enseña que por la semejanza de los pensamientos y de las pasiones de un hombre con los pensamientos y pasiones de otro, quien se mire a sí mismo y considere lo que hace cuando piensa, opina, razona, espera, teme, etc, y por qué razones, podrá leer y saber, por consiguiente, cuáles son los pensamientos y pasiones de los demás hombres en ocasiones parecidas. Me refiero a la similitud de aquellas pasiones que son las mismas en todos los hombres: deseo, temor, esperanza. etc.: no a la semejanza entre los objetos de las pasiones, que son las cosas deseadas, temidas, esperadas, etcétera. Respecto de éstas la constitución individual y la educación particular varían de tal modo y son tan fáciles de sustraer a nuestro conocimiento que los caracteres del corazón humano, borrosos y encubiertos, como están, por el disimulo, la falacia, la, ficción y las erróneas doctrinas, resultan únicamente legibles para quien investiga los corazones. Y aunque, a veces, por las acciones de los hombres descubrimos sus designios, dejar de compararlos con nuestros propios anhelos y de advertir todas las circunstancias que pueden alterarlos, equivale a descifrar sin clave y exponerse al error, por exceso de confianza o de desconfianza, según que el individuo que lee, sea un hombre bueno o malo.

Aunque un hombre pueda leer a otro por sus acciones, de un modo perfecto, sólo puede hacerlo con sus circunstantes, que son muy pocos. Quien ha de gobernar una nación entera debe leer, en si mismo, no a este o aquel hombre, sino a la humanidad, cosa que resulta más difícil que aprender cualquier idioma o Biblioteca del Político. INEP AC

 

 

 

 

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